Una mirada a Ruiz Pineda desde la óptica de Morales Bello

Firmado por Víctor Ruiz García, sección «El Leonardo que conocí», el autor cita pasajes de Morales Bello sobre Leonardo Ruiz Pineda, mártir de la resistencia adeca durante la dictadura de Pérez Jiménez, y que murió baleado por la Seguridad Nacional en San Agustín, en el centro de Caracas. Era el secretario general de Acción Democrática en la clandestinidad.

Sobre Ruiz Pineda, argumenta Morales Bello:

«No es extraño el dicho conforme al cual ejercen liderazgo político deben mostrarse a las muchedumbres, pero no permitir el fácil acceso a su persona,para sí mantener cierta aureola de impenetrabilidad significativa de grandeza. La majestad del líder, se suele decir, impone distanciamiento del común para que se le admire desde lejos y no se le advierten sus defectos y flaquezas humanas. La actitud del líder, se afirma también, debe excluir el trato humanizado para con la generalidad de las personas que lo soliciten, porque corre el riesgo de cambiar el respeto que debe inspirar por el afecto, y más y menor obedecen quienes respetan (y temen) que quienes miran con cariño a sus conductores».

Pero no era eso lo que veía Morales Bello de Ruiz Pineda, sino todo lo contrario, Señala el texto citado:

«No porque se creyera perfecto, sino impulsado por la sencillez de su habitual manera de ser, Leonardo Ruiz Pineda jamás ofreció desde el olimpo la inaccesibilidad. Solía admitir sin desagrado los argumentos adversos a su punto de vista, cuando la objetividad del análisis lo conducía a la rectificación. Era sólido en la fundamentación de las posiciones que adoptaba, pero no se creía monopolizador de la razón».

Morales Bello era, sin lugar a dudas, uno de esos hombres que más admiró a Ruiz Pineda, al punto de escribirle un homenaje que se convirtió en libro. Nunca lo envidió. Siempre le quiso.