Morales Bello reunía todas las condiciones para ser Presidente de la República

Morales Bello quiso enfrentarse en la contienda electoral contra Rafael Caldera. Textualmente dijo: «Yo derroto a Caldera», soltó en entrevista concedida a Alfredo Peña en 1981.

Pero en la contienda interna de AD ganó Jaime Lusinchi, quien efectivamente derrotó a Caldera. No es intención nuestra comparar a ambos dirigentes de AD, pues ambos reunían las condiciones para la primera magistratura.

En el caso de Morales Bello, único al cual nos referiremos, podemos decir que tenía un enorme bagaje cultural, académico, político y humano. No pudo conquistar a las bases de AD en la contienda interna, pero sin ser presidente, su nombre está irremediablemente grabado en todas las páginas de la historia del país.

Sus logros parlamentarios, sus afilados discursos, las tareas difíciles que le encomendaban y que cumplía con éxito, su humildad, nobleza y astucia para enfrentar al adversario, lo hacían el candidato perfecto para Acción Democrática, sin restar mérito alguno al doctor Jaime Lusinchi, quien hizo una obra magistral desde lo social y cultural.

Hoy, a 20 años de su fallecimiento, la obra de Morales Bello camina por toda Venezuela. No necesitó ser presidente para ser recordado. No le tocaba. Pero sí le toca que Venezuela, a estas alturas del partido, reivindique la figura de Morales Bello, el hombre de la fibra adeca que aguantó como un varón y salió por la puerta grande del Salón Azul del CEN de AD, aplaudido por todos, con una larga ovación. Y ese fue el día en el que, por primera vez, los adecos vieron llorar a Morales Bello.

David Morales Bello: «Los hijos no pueden enseñar a sus padres»

Continuando con la extensa entrevista que le hiciera Sofía Imber a David Morales Bello en 1970, llama poderosamente la atención esta incisiva pregunta:

«¿Qué pueden enseñar ustedes a Rómulo Betancourt?»

Quizás la pregunta cayó de sorpresa. Quizás no se la esperaba. Pero con magnífico atino, respondió:

«Respecto a lo que puede mi generación y la de otros más jóvenes enseñar a Rómulo Betancourt, yo acepto la tesis de que los padres deben escuchar a los hijos, pero no estoy de acuerdo en que los hijos puedan enseñar a los padres. En el caso del compañero Rómulo Betancourt, nosotros lo que le reconocemos es su capacidad y experiencia, no podemos pretender enseñarlo, pero estamos seguros de que es receptivo, nos escucha, y no trata de imponer su punto de vista cuando no coincide con nosotros».Morales Bello, que se autodenominaba como «discípulo» de Betancourt, no tuvo empacho alguno en soltar la siguiente frase:

«Es factible en una comunidad tan grande como el partido, que surjan controversias, pero siempre buscamos las coincidencias. Nosotros no pretendemos enseñarle nada a Rómulo, pero sabemos que será comprensivo para buscar soluciones a las cuestiones en que no coincidamos con él. Sería lamentable que este gran partido fuera un rebaño arreado por Betancourt.».Con las últimas líneas sellaba una respuesta magistral. Denota respeto hacia su jefe, pero también criterio propio y una negativa total a ser arreado como ganado.
Ese era David Morales Bello, un hombre que hoy le hace mucha falta a Venezuela.

 Es factible en una comunidad tan grande como el partido, que surjan controversias, pero siempre buscamos las coincidencias. Nosotros no pretendemos enseñarle nada a Rómulo, pero sabemos que será comprensivo para buscar soluciones a las cuestiones en que no coincidamos con él. Sería lamentable que este gran partido fuera un rebaño arreado por Betancourt.

Los tres factores que se necesitan para ser candidato presidencial, según Morales Bello

En 1970 se discutía abiertamente en Acción Democrática la posibilidad de que Rómulo Betancourt volviera a ser candidato presidencial. El hombre de la pipa se negó. Tuvo sus razones. Principalmente, generacionales y de relevo.

A David Morales Bello le preguntó Sofía Imber en Venezolana de Televisión qué opinión tenía sobre un posible retorno del líder fundador de AD.

«Yo no puedo adelantar criterio respecto a si Betancourt será o no candidato. Pero para no esquivar el tema, digo que para ser presidente de la República, se necesitan tres factores: En primer lugar, estar capacitado presidencialmente como para poder ejercer la presidencia con propiedad. Eso lo tiene Betancourt. El segundo factor, contar con un partido político organizado, o una fuerza electoral suficiente para garantizar el éxito. Sinceramente, Rómulo tiene ese partido, por algo fue su fundador, y tiene además, la fe de su partido puesta en él, si quisiera ser candidato para las próximas elecciones. Y el último aspecto, no lo conocemos».

Y luego continuó su disertación para no esquivar el tema, ya que Morales Bello era frontal como pocos:

«Es posible que entre en juego otro factor relacionado con la decisión personal de Rómulo a ser candidato, y es la opinión o la aspiración que puede tener su esposa. Yo sinceramente creo que si un individuo que reúne los factores determinantes que enumeré como para poder ser candidato, está casado además con una persona negativa, eso le resta energía y le ocupa atención, pero la señora Betancourt por el contrario, es adeca de las buenas».

Para Morales Bello, la esposa de Rómulo Betancourt padeció todos los males juntos que un político debe sufrir:

«Trabajó en la clandestinidad, sufrió cárceles y sufrió exilios, y no se casó improvisadamente con el compañero Betancourt. Tiene méritos propios y cuando hay afinidad política, y además amor, el matrimonio tiene que ser un estímulo y no un obstáculo. A Rómulo sólo le podrían disputar la candidatura presidencial los miembros de otras agrupaciones, es decir, que si Rómulo Betancourt quiere ser candidato de Acción Democrática, nadie la disputará esa aspiración. Dentro de AD, en estos momentos, no existe ninguna persona reconocida como posible pre-candidato que pudiera disputarle a Rómulo la primacía a que tiene derecho de ser el candidato del 73 si él lo desea.».

El candidato, finalmente, fue Carlos Andrés Pérez, y curiosamente, Morales Bello su jefe de campaña. Un jefe de campaña ganador.

La frase atribuida a Betancourt que desmonta David Morales Bello

Al cumplirse un nuevo natalicio de Rómulo Betancourt, es innegable para el país, para los académicos, y para buena parte de los venezolanos en general,que Rómulo Betancourt fue un estadista, un político de Nación, padre de la democracia de Puntofijo y demócrata a carta cabal. 

Resistió el Carupanazo, El Porteñazo y el Barcelonazo, además de un atentado con carro bomba en un desfile militar de los próceres. 

Betancourt, pudiendo ser presidente por segunda vez, prefirió dejar que otro ocupara su lugar. A su juicio, era el momento para darle a otros la oportunidad.

Pero de Rómulo se ha hablado mucho. Se ha hablado tanto, que hasta le ha endilgado frases que nunca fueron pronunciadas por él, y que pretenden mancillarlo.

«Dispare primero y averigüe después», es la famosa frase atribuida a Betancourt.

Pero David Morales Bello, en una entrevista concedida a Sofía Imber en 1970 por Venezolana de Televisión, desmontó el mito en un solo corte:

«Esa frase que se atribuye a Rómulo Betancourt, es una falacia comunista, lo he dicho en varias oportunidades. Rómulo posee una racionalidad que nadie le niega. Esa frase, como se la presenta, pretendería demostrar que Rómulo es un irracional. Lo que ocurre es que en l962–63, cuando los comunistas andaban matando policías por la espalda, en una oportunidad Rómulo dijo que si un policía era atacado, tenía que defenderse y disparar en el acto, por legítima defensaLuego los comunistas dijeron que Betancourt lo que había ordenado era disparar primero y averiguar después. Ésta es una frase infeliz que se ha querido especular, y precisamente el Dr. Arístides Beaujón, aún sin ser comunista, cometió el irrespeto de decir en una rueda de prensa, en Barquisimeto, que ellos (los copeyanos) no profesan la política de disparar primero y averiguar después. Esa expresión del Dr. Beaujón hay que interpretarla como una agresión que debe protestarse, porque esa falacia comunista no luce en la boca del secretario General de Copei».

Adecos comienzan a reivindicar a Morales Bello

Todos los días 4 de febrero, la prensa reproduce el famoso «Mueran los golpistas» del senador David Morales Bello. Pero tanto va el cántaro al agua hasta que por fin se rompe.Lo que inició con una entrega de libros en el estado Lara, sin orador de orden, ahora se transformará en actos nutridos, con dirigentes de todos los partidos de la Plataforma Unitaria, alcaldes, gobernadores, cuadros partidistas, y estructura de base.

Veinte años después del fallecimiento de Morales Bello, todavía estamos a tiempo de concluir la obra que el senador empezó. Morales Bello no quería vesanias extremistas, y hoy Venezuela se debate entre dos extremos, 

Para los jóvenes y no tan jóvenes de los partidos políticos, el modelo de educación que hemos diseñado en el equipo editorial de esta web debe hacer entrar en conciencia a todo aquel que la lea, y a todo aquel que escuche las ponencias sobre el senador.

Y es que David Morales Bello ya no pertenece ni siquiera a Acción Democrática.Morales. Pertenece a todo un país -que es mayoría-  y que pide a gritos un cambio profundo en todos los estamentos de la vida nacional.

Que retornen al Palacio Federal Legislativo oradores de la talla de Morales Bello, porque esto es un proceso de educación. El chavismo se ha encargado de intentar borrar la memoria histórica del país,y no seremos nosotros quienes le permitamos a quienes hoy gobiernan, que las generaciones más jóvenes -de esas de las que tanto se preocupaba Morales Bello, desconozcan su pasado.

Podemos decir con orgullo que David está vivo. Que está vigente, Que es una referencia en pleno siglo XXI, pese a que sus ejecutorias ocurrieron en el siglo XX. A través de nuestra sección de análisis, el lector podrá hallar ese fuerte hilo de conexión entre un siglo y otro. Y allí es cuando vendrá la consabida frase: Morales Bello tenía razón.

La obra de Morales Bello está viva y recorrerá Venezuela

El peor error de los países es ignorar su propia historia. Prestar atención a los discursos y artículos del senador adeco es apenas el comienzo de un largo viaje de trayectoria política. De advertencias hechas a tiempo, pero que nadie escuchó. O tal vez no quisieron escuchar. No basta con escuchar «Mueran los golpistas». Para entender a Morales Bello hay que remitirse a sus iniciales discursos en los años setenta, cuando advirtió sobre la «Vesania extremista» y, a riesgo de que lo acusaran de soberbio, en una sesión del Congreso, un diputado suplente que ni siquiera había tomando posesión de su cargo, intervino para hacer una propuesta absurda. Morales Bello, con el fino arte de la oratoria, contestò:

-En este circo parece que un enano se subió al trapecio.

Desde el equipo editorial del Blog de David Morales Bello, nos satisface profundamente desglosar línea por línea -como lo hemos venido haciendo desde hace años- la obra de Morales Bello..

Pero iremos más allá. Venezuela, en la circunstancia que se encuentra actualmente, necesita de hombres atinados e inteligentes.La obra del senador está viva  está vigente, y al leer sus discursos de hace más de 30 años, pareciera estar hablando de lo que hoy padece el país.

Es por ello que iniciaremos una gira nacional este 2024, llevando nuestras disertaciones sobre Morales Bello a cada uno de los estados del país. Grandes grupos de estructuras municipales y parroquiales de Acción Democrática, luego, tendrán la tarea de replicar la obra a menor escala en los pueblos más recónditos del país.

Venezuela está en deuda con Morales Bello. Ha llegado la hora de hacerla caminar por Venezuela.

Mueran los golpistas sigue recorriendo el estado Lara

La frase que hizo inmortal a David Morales Bello («Mueran los golpistas») y que fue plasmada en un libro que recoge sus discursos, sigue recorriendo el estado Lara.

En esta oportunidad, el vicepresidente de la tolda blanca en resistencia, Edgar Zambrano, hace entrega del libro al licenciado Norberto Herrera, miembro del comando de campaña de María Corina Machado.

El recorrido de la obra no es casualidad, sino causalidad. La obra de Morales Bello va a trascender el estado Lara y recorrerá buena parte de las seccionales de Acción Democrática en resistencia, bajo el lema «La obra de Morales Bello camina por Venezuela».

Ha llegado la hora, pues, del inicio del adoctrinamiento del público en general y de la propias bases de Acción Democrática, sobre el hombre que desde los años 70 advirtió de los «injertos del socialismo» en el Congreso.

Hacen falta en pleno siglo XXI hombres como Morales Bello, pues sus discursos están más vigentes que nunca, tanto en lo económico, político y social.

La firmeza de Morales Bello en 1986: adelantado a su tiempo

La foto que ilustra esta nota es la de David Morales Bello de pie frente a un micrófono en el estado Lara, en 1986. El motivo de su discurso: la campaña de Carlos Andrés Pérez a la reelección.

Adelantado como era a su tiempo, apenas dos años de haber empezado el período constitucional de Jaime Lusinchi, el dos veces exitoso jefe de campaña de Pérez ya recorría el país, particularmente las estructuras de Acción Democrática, como observamos en la fotografía.

Recto y sereno, con la mirada fija en su audiencia, con su hablar pausado pero contundente, Morales Bello iba abriendo paso al segundo triunfo de CAP.

Sus esfuerzos no resultaron en vano. En las elecciones internas de AD, CAP ganó de manera contundente frente al lusinchismo. Fue una victoria de CAP, pero también, tras bastidores, una victoria más de Morales Bello, que como vimos, no perdió el tiempo y desde 1986 ya apuraba el paso, porque estaba consciente de los riesgos que conllevaba estar «un día tarde» en la puja electoral.

El destino de la segunda presidencia de CAP no fue el esperado, pero Morales Bello le cumplió al partido, a las bases, al país y a Pèrez.

La historia sabrá agradecerle.