Morales Bello y los jeeps de Lusinchi: «Yo me resisto» (Parte V)

Tras admitir por razones obvias que el Congreso era un cuerpo político (lo revisamos en la anterior entrega de esta serie), y luego de reforzar que constitucionalmente no procedía una declaratoria de responsabilidad política a Jaime Lusinchi a expensas del informe de la comisión ad hoc presidida por el senador Eudoro González Romero, Morales Bello se resistió haciendo alusión más que directa a Rafael Caldera, quien también era abogado:

«Pero yo me resisto, me resisto sincera, honestamente, a creer que mi muy respetado profesor doctor Rafael Caldera, jurista calificado y además presidente de la comisión bicameral encargada de estudiar la revisión de la Constitución, pueda aceptar como bueno un procedimiento fundamentado en la sin razón de la posición inconstitucional».

Y luego recurrió al doctor José Guillermo Andueza para reforzar su argumento:

«No es el testimonio de un parecer que alguien pudiese ubicar, con alguna sonrisita sorna, en el campo afín a la posición que políticamente represento. Alguna otra vez hube de hacer esta cita y las circunstancias reclaman su repetición. Proviene de un jurista muy calificado, altísimo funcionario, ex procurador general de la República, exministro de Justicia, en los regímenes presididos por los hoy senadores vitalicios, doctores Rafael Caldera y Luis Herrera Campins. Es el doctor José Guillermo Andueza, constitucionalista reconocido, quien en su obra El Congreso, página 70, dice así: De ordinario, las facultades de investigación se refieren a la información, al conocimiento, y al control de las cámaras sobre el funcionamiento de la Administración Pública o Poder Ejecutivo, conduciendo a juicio político en el único caso de relacionarse con una moción de censura».

Apuntaba Morales Bello justo en el blanco. Sobre Lusinchi no pesaba una moción de censura, y por consiguiente, el Congreso estaba teóricamente impedido de una declaratoria de responsabilidad política.

Todo lo anterior, como hemos señalado de manera insistente, sin que Morales Bello se negara a una investigación judicial.